Hasta hace algunos años, hablar de cerveza era cosa de hombres. Sin embargo, cada día más las mujeres se están abriendo paso en este sector. Y si revisamos la historia, la cerveza está fuertemente vinculada al rol de la mujer, siendo parte de un relato que pocos conocen y que ahora vamos a contar.
En época de los sumerios, mesopotámicos y egipcios la taberna y la cerveza eera territorio femenino, porque en un principio fueron ellas quienes elaboraron esta increíble bebida. La producción era una tarea doméstica porque las mujeres se dedicaban a procesar los alimentos e insumos que los hombres proveían, y sus tradiciones pasaron por años de madres a hijas.
Básicamente, fue la curiosidad de la mujer lo que la llevó a descubrir el resultado del fermento de cereales. Sin embargo, esta historia es poco conocida porque a raíz de la inquisición y el oscurantismo, la mujer dejó de ser protagonista.
En la edad media, el consumo era habitual, ya que, al estar hervida, estaba libre de contaminación y se prevenían enfermedades infecciosas. Cerca del año 1.000 d.c., la sabia monja Santa Hildegarda de Bingen, dentro de sus experimentos con hierbas sanadoras, le agregó lúpulo a la cerveza con el fin de preservarla, brindándole además su clásico amargor y sabor. Y aunque la historia nos dice que el lúpulo se usaba desde antes, el primer registro que existe de una receta de cerveza con lúpulo está en su escrito: Physica sive Subtilitatu.
Sin duda, un aporte más a la ciencia y al arte de la cerveza, de una de tantas mujeres que habían quedado escondidas discretamente en la historia.
Comercialización de la cerveza
Si bien era elaborada por mujeres, cuando se reconoce el potencial de la bebida y se comienza a comercializar, la cerveza se convierte en un negocio de hombre, por ser estos quienes tenían la posibilidad económica y legal de crear negocios donde las personas pudieran ir a consumir este producto.
Aun así, el rol de la mujer siguió siendo de suma importancia, porque las primeras tabernas fueron abiertas por mujeres, e incluso, muchas de ellas, eran atendidas por las mismas, lo que quiere decir que, a pesar de mantener un perfil algo más bajo, siempre estuvieron presentes en la historia de la creación, producción y comercialización de la cerveza.
En la actualidad
Hoy las mujeres han avanzado para recuperar su rol en este sector. Existen varias cervecerías lideradas por ellas y existe un movimiento internacional (que también tiene su versión chilena) de mujeres cerveceras. Las hay maestras cerveceras, beer sommeliers, productoras, ejecutivas y consumidoras, todas en esta industria cuya variedad y diversificación deja espacio a todos y todas.
Según cifras de la Casa de la Cerveza, las mujeres aumentaros su participación de un 41% en 2019 a un 47% en 2020. Es decir, ellas también son las que toman las decisiones de qué y cuánto comprar.
Y también hay estudios que señalan que el consumo de cerveza ha aumentado en las mujeres por distintos factores: por un lado, la variedad que ofrecen permite encontrar una para cada gusto y ocasión, y por otro, se trata de una bebida con bajo contenido de alcohol, lo que la hace compatible con un estilo de vida saludable y tiene menos calorías que otras alternativas.
¡Salud por ellas!