Llega diciembre y automáticamente se nos viene a la cabeza la Navidad, los villancicos y la cena de Nochebuena. ¿Qué preparar? y la pregunta más importante: ¿Qué bebida acompañará la comida?
El arte de combinar una bebida con un alimento para que se complementen entre sí y realcen los sabores, se llama “maridaje” y es clave para obtener una buena evaluación de los comensales.
Y aunque la Navidad siempre trae consigo la tradicional cola de mono, el clásico amargor de la cerveza no deja de ser una excelente oportunidad para sorprender a tus invitados.
Si aún no crees que esto sea posible, te contamos cuáles son los beneficios de maridar tus comidas con cerveza:
- No deja el sabor a alcohol en la boca.
- Sus ingredientes permiten limpiar tu paladar, dejándolo listo para un siguiente bocado.
- El amargor de la cerveza le da otro sabor a la comida.
- Deja una sensación de aromas florales o frutales según el tipo de cerveza.
Ahora, ¿Cómo incorporar la cerveza desde el aperitivo hasta el postre? ¿Se puede consumir la misma cerveza en los 4 platos de la cena? La respuesta es sí, pero si queremos sacarle partido a esta fusión, siempre será mejor juntar sabores que se potencien entre ellos mismos. Entonces, veámoslo.
Aperitivo: Doppelbock o Porter: el infaltable Pan de Pascua siempre se acompaña con una copa de Cola de Mono, pero ¿qué pasa si la cambias por un shop de Doppelbock o Porter? ¡Los sabores se potencian! Los ingredientes de ambas bebidas resaltarán los sabores como el que otorgan los frutos secos y confitados, pero también las especias como la canela.
¿Mariscos de entrada?: Inseparables de la cerveza de trigo
Si planeas hacer un mariscal, ceviche o incluso una ensalada, una cerveza de trigo (weissbier si es de tradición alemana o witbier si es belga) será la mejor compañía para tu plato.
Este tipo de bebidas tienen como característica principal la frescura y con perfil más ácido, especiado y herbal, lo que complementa la sazón de los mariscos.
Pavo o pollo al horno: Aquí la cerveza dependerá de la forma de preparación y los agregados. Si tu idea es ofrecer este tipo de carne de forma caramelizada, la opción más complementaria será una Strong Ale, ya que contiene notas frutales y lupuladas que le dan a cada bocado una explosión de sabor. Pero, ¿qué pasa con un pavo o pollo a la parrilla y sin mucho condimento? ¡Tranquilo, tenemos la solución! Y esa es una Indian Pale Ale, que generará un contraste de sabores y suavizará el sabor más “fuerte” que tiene el pavo.
¿Un asadito?: ¡Obvio, pero con Lager o Pilsener! En estas fiestas siempre estarán presentes los fieles al asado, por lo que no puede faltar un costillar para festejar, pero también una cerveza. Es por eso que consumir bebidas alcohólicas muy sutiles de sabor, como aquellas del tipo Lager o Pilsener, hará que los sabores de la carne se equilibren con esta sin que un sabor predomine por sobre el otro. Si quieres un consejo para aprovechar mejor las notas de este tipo de cerveza, aplicar un poco de esta a la carne antes de tirarla a la parrilla te hará quedar como un maestro parrillero.
Postre: Dulce con Stout o ácido con Weissbier. El postre es el broche de oro de la jornada, por lo que nada puede salir mal y eso implica realizar un excelente maridaje, pero -primero- debes identificar qué tipo de plato harás: dulce o cítrico.
Si tu decisión va por un postre que incluya manjar o chocolate, donde predomina un sabor dulce, la mejor elección será acompañarlo con una cerveza Stout, que pese a su dulzor no empañará ese rico helado o trozo de torta. Mientras que, si tu plan es hornear un pie de limón o algún postre que contenga
maracuyá, donde reina el sabor cítrico, una cerveza de trigo aumentará el goce de este plato, ya que su ligereza, con toques de plátano y clavo de olor atenuará el sabor ácido de estos postres.
Ahora que ya sabes cómo sorprender a tus invitados para la cena de Nochebuena, solo te queda practicar tus platos y, por qué no, hacerlo con unos sorbos de todas estas cervezas. ¡Obvio, con responsabilidad!
