Del blog: Las cervecerías más antiguas de Chile

Sabemos que la cerveza no se inventó en Chile, pero no hay nada de malo en saber un poco de historia sobre cómo llegó a nuestro país y cuál fue la primera cervecería que comenzó a comercializarla.

Aunque existen muchas versiones sobre la llegada de la cerveza a Chile, una de las más populares es que desembarcó en tierras nacionales gracias a la fragata norteamericana Warren, que en el siglo XVII solicitó ingresar al país artículos para consumo propio y de manufactura. Entre ellos se encontraba: carne, galletas, destilados y barriles de cerveza.

La llegada de esta bebida alcohólica en manos extranjeras, permitió que -a futuro- nacieran grandes productores de cerveza, creando así las primeras cervecerías en el país. Pero, ¿cuándo y cómo sucedió esto?

El primer sorbo de la producción cervecera nacional se remonta al año 1812, en pleno período independentista, cuando el diario La Aurora de Chile, anunció la importación de productos para la fabricación y fomento de la producción de esta bebida, por parte de ingleses.

Asimismo, la creación de cervecerías guarda relación con la colonización alemana, ocurrida en ese mismo período, en las regiones de Los Lagos y Los Ríos, debido a que comenzaron a producir estas bebidas para su consumo personal.

Para el año 1822, Juan O’Brien, un militar irlandés que participó en las guerras independentistas hispanoamericanas, ingresó cerveza, artesanos cerveceros y 3 mil plantas de lúpulo al país.

El característico sabor de la cerveza llamó la atención del paladar de los chilenos, a tal punto, que a mediados del siglo XIX, el consumo de cerveza se comenzó a masificar en el país, y para 1835 cervecerías emergentes comenzaron a cubrir la demanda local de esta bebida.

Cervecerías como Anwandter en Valdivia, Aubel en Osorno y Ebner en Santiago, fueron las primeras y grandes pioneras de la producción de cerveza en Chile, dando paso al mercado que existe hoy en día.

Cervecería Anwandter: La herencia alemana

Según Fundación Futuro, la Cervecería Anwandter fue creada en 1851 por Carlos Anwandter, un farmacéutico alemán que llegó a la ciudad de Valdivia junto a un centenar de colonos.

En 1912 el local se vio afectado por un grave incendio, el que terminó por consumirlo completamente. Pese a eso, tiempo después, el recinto fue vendido a la Compañía de Cervecerías Unidas (CCU), que terminó cerrándolo en 1961.

Actualmente, el edificio ocupado para las operaciones de la cervecería pasó a manos de la Universidad Austral de Chile (UACh) y el Museo Contemporáneo de Valdivia, quienes lo remodelaron y le dieron un aire patrimonial con fines expositivos.

Cervecería Aubel: Cerveza a la chilena

Otra de las cervecerías pioneras del país fue Aubel, fundada en 1892 en la ciudad de Osorno, en la región de Los Lagos, de la mano de Jorge Aubel, un empresario chileno.

Además de focalizar su producción en la cerveza rubia, negra, lager y bock, también se dedicó a la fabricación de bebidas, malta y café. Sin embargo, su producto estrella fue la “Pilsener Bier”.

Pese al gran éxito que tuvo, el fallecimiento de Jorge Aubel terminó con su imperio cervecero, y la fábrica se vendió a Compañía de Cervecerías Unidas (CCU).

Cervecería Ebner y su paso por Santiago

Uno de los productos más solicitados fue la “Pilsen Ebner”, vendida como “la mejor cerveza de Chile”. Pero no solo se dedicó a la fabricación de cervezas, sino que también producían gaseosas, como “Bilz” que hasta hoy es parte del portafolio de CCU.

Para 1916, el complejo industrial creado por Ebner, que estaba siendo manejado por sus herederos, fue vendido. En 2016, el terreno donde se emplazó la cervecería se convirtió en el reconocido Mall Barrio Independencia, al que llegan más de 20 mil visitas diarias.

La llegada de colonos alemanes y el sabor amargo de su cerveza fue el puntapié inicial para el desarrollo de la industria cervecera en nuestro país y a distintas marcas que hoy son líderes en el mercado nacional.

Actualmente, Chile cuenta con más de 300 cervecerías artesanales en todo el territorio y se ha vuelto un polo importante en la producción y mercado de cervezas de diferentes colores, aromas, sabores y precios.

Pero si hablamos de tomarse una buena cerveza, sin duda la mejor manera de consumirla será bien helada, con buena compañía y con responsabilidad.

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