La cerveza sin alcohol ha ganado popularidad en los últimos años, ya sea por razones de salud, preferencias personales o simplemente para disfrutar de una bebida de gran sabor sin los efectos del exceso alcohol.
En este blog, explicaremos el fascinante proceso de elaboración de la cerveza sin alcohol, desde los ingredientes básicos hasta el resultado final en tu vaso. ¡Acompáñanos en este viaje cervecero!
Malteado y molienda:
La cebada se somete a un proceso de malteado para activar las enzimas que convertirán los almidones en azúcares fermentables. Luego, los granos malteados se muelen para facilitar la extracción de los nutrientes necesarios en el siguiente paso.
Maceración:
En esta etapa, los granos molidos se mezclan con agua caliente en un recipiente llamado macerador. Durante un tiempo determinado, se produce la extracción de los azúcares, proteínas y otros compuestos solubles en agua, creando un líquido dulce conocido como mosto.
Lúpulo:
En algunos métodos de producción, se controla la generación de alcohol durante la fermentación. En estos casos, el lúpulo se puede agregar durante la etapa de ebullición del mosto, como en el proceso de elaboración tradicional de la cerveza.
Sin embargo, en los métodos de desalcoholización, se realiza la extracción del alcohol después de la fermentación. En estos casos, el lúpulo se puede agregar nuevamente después de la extracción para brindar aroma y sabor.
Filtración y lavado:
Después de la maceración, el mosto pasa por un proceso de filtración para quitarle los sólidos que quedaron de los granos. El objetivo es obtener un líquido limpio y claro. A continuación, se realiza un lavado con agua caliente para extraer cualquier azúcar residual y maximizar la eficiencia de la extracción.
Cocción, enfriamiento y fermentación:
El mosto se pone a hervir y, tras la ebullición, se enfría rápidamente para detener la actividad enzimática y eliminar impurezas. Una vez enfriado, se transfiere a un fermentador y se inocula con levadura. La levadura convierte los azúcares presentes en el mosto en alcohol y dióxido de carbono durante la fermentación. En el caso de la cerveza sin alcohol, producida con el método de fermentación controlada, es crucial inactivar las enzimas de manera efectiva para limitar la producción de alcohol durante la fermentación.
Se puede optar por una fermentación a temperaturas más bajas para reducir la producción de alcohol, y usar cepas de levadura específicas, que generan menos alcohol en el proceso. Detener la fermentación en el momento adecuado, también impedirá que se produzca más alcohol. Esto se puede lograr de diferentes maneras, como enfriar rápidamente la cerveza para inactivar la levadura o utilizar técnicas de filtración para eliminar las levaduras presentes en la cerveza.
En el proceso de cocción, la malta y el lúpulo liberan compuestos aromáticos y sabores que contribuyen al carácter y perfil sensorial de la cerveza. También los azúcares presentes en la malta se caramelizan, lo que contribuye al desarrollo del color de la cerveza. también durante la cocción, parte del alcohol presente en la cerveza se evapora. Es importante controlar adecuadamente el tiempo y la temperatura de cocción para garantizar que se elimine la cantidad deseada de alcohol sin afectar negativamente el sabor y otros componentes de la cerveza.
Por otra parte, se puede optar por técnicas de eliminación del alcohol (desalcoholización) post producción estándar de cerveza. Hay varias técnicas utilizadas, como la desalcoholización al vacío, la ósmosis inversa o la evaporación. Estos métodos eliminan el alcohol ya producido mientras preservan el sabor y las características de la cerveza.