Del blog: ¿Por qué Chile es considerado un país cervecero?

Los tiempos cambian y atraviesan períodos de transformación cultural, social, política y hasta religiosa. Los intereses y gustos de las personas evolucionan en consecuencia. Chile es uno de esos países de Latinoamérica que ha ido modificando su estilo de beber, especialmente en relación con la tan deseada cerveza.

¡Nos gusta la cerveza! Y las cifras nos dan la razón: es la bebida con alcohol más consumida por los chilenos, con alrededor del 77% en volumen de las preferencias. Su consumo se ha expandido a más del doble en los últimos 20 años. En 2001 se bebían en torno a 25 litros per cápita y en 2020 este registró alcanzó los 58 litros.

La historia de la cerveza en Chile

La independencia de Chile tuvo un gran impacto en el consumo de bebidas de la nación. Luego de independizarse de los españoles, fue solo cuestión de tiempo para que Chile incorporara costumbres gastronómicas y bebidas de origen europeo. La apertura de los puertos al comercio extranjero trajo, entre otros productos, cerveza embotellada y en barriles, lo que abrió el interés a la producción local. Hay registros históricos de 1822 de una cervecería ubicada en La Chimba (en Santiago), y de 1825, cuando el médico británico Andrés Blest instaló la primera en Valparaíso.

Hacia 1845, la llegada de los alemanes y otros inmigrantes de origen europeo al territorio popularizó el consumo de cerveza, el que se expandió rápidamente hacia regiones.

Influencias europeas (Alemania)

Para finales del siglo XIX, ya había una masiva producción de cervezas en Chile, con fábricas como la Cervecería Plaggeman en Valparaíso, Floto y Kleinschmidt en La Serena, Scheyler en Talca, Cervecería Keller en Concepción, la Cervecería Anwandter de Valdivia, la Cervecería Aubel de Osorno y la Cervecería Ebner de Santiago, entre otras. Así, a comienzos del siglo XX, Chile ya era una nación que bebía bastante cerveza.

La cerveza chilena en el siglo XXI

En las últimas décadas, el consumo de cerveza, no solo en Chile, sino en Latinoamérica, se ha incrementado fuertemente. Esto ha generado que la producción de cerveza se amplíe llegando a todos los rincones del país. Podemos decir con soltura que en cada localidad se puede encontrar a alguien haciendo cerveza. Se estima que hay más de 350 cervecerías esparcidas por el territorio nacional, recogiendo lo mejor de nuestras raíces y nuestra gente, generando empleo y cultura cervecera.

El consumidor se ha visto favorecido por la creciente mejora en las cadenas de distribución, la mayor oferta y demanda en el campo de las bebidas y, por supuesto, la creación de nuevos establecimientos y marcas de cervezas en el país.

Los productores han apostado por nuevos sabores y tipos de cerveza, y los maestros cerveceros se empeñan en sorprender a un consumidor cada vez más informado sobre estilos, recetas, ingredientes y maridajes de las distintas variedades. Y tú, ¿crees que Chile puede seguir creciendo en el área de la producción cervecera y codearse con los países más innovadores a nivel mundial?

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