En fiestas y juntas sociales en las que se ingiere bebidas con alcohol, algunas personas pueden superar el límite y comenzar a tener efectos físicos como sueño, risa incontrolable, tambaleo y hay personas que parecen intactas. ¿Sabes por qué pasa esto? 

¡En este blog te lo contamos!

Lo primero que debes tener en cuenta es que esto se debe a varios factores, como la edad, el género, los rasgos genéticos y el estado de salud general de las personas. Veamos estos factores uno por uno.

Edad

Varios estudios han demostrado que la edad es determinante en los efectos que el alcohol tiene en cada persona, por lo que consumirlo en edades tempranas, como en la niñez o adolescencia, puede ser perjudicial para el sistema nervioso y las funciones cognitivas. El consumo de bebidas con alcohol es solo para mayores de 18 años, porque antes de esa edad el cuerpo no tiene el desarrollo necesario para metabolizar el alcohol ingerido. 

Por otra parte, a medida que envejecemos, el cuerpo va perdiendo la capacidad de digerir el alcohol y el consumo de bebidas podría afectar más. 

Género

De acuerdo con DrinkQ.com, una página web que se enfoca en el consumo problemático de alcohol, los hombres y mujeres procesan el alcohol de manera diferente. Algunos estudios han demostrado que las mujeres tienen una mayor proporción de grasa corporal en comparación con el agua, lo que retrasa la metabolización del alcohol. Sin embargo, los hombres tienen una menor cantidad de grasa corporal y más agua en su cuerpo, lo que les permite metabolizar el alcohol de manera más eficiente.

Rasgos genéticos

El procesamiento del alcohol en el cuerpo también va a depender de nuestros genes, ya que influyen en cómo nuestro cuerpo descompone las moléculas de alcohol, por lo que el historial familiar es algo muy importante.

Estado de salud

Si padeces de enfermedades u otras condiciones de salud, o si consumes medicamentos, también afectará cómo te sientas después de consumir bebidas con alcohol, por lo que será necesario que estés informado de los síntomas o consecuencias que podrías tener.

¡Recuerda! Si eres adulto y decides consumir bebidas con alcohol, hazlo siempre con moderación. Sé un consumidor responsable. ¡Tómatela bien!